ESQUILE DE OVEJAS E INSPIRACIÓN BARROCA.

Le propusimos a nuestro amigo Andrés Nuño, pastor del vecino pueblo de Carenas, si podíamos fotografiar el esquile de sus ovejas y aceptó encantado. Cuando llegó el equipo de 5 esquiladores uruguayos fuimos a ver qué podíamos hacer. Una vez allí te encuentras que, lógicamente, todo está preparado para hacer el trabajo de los esquiladores lo más fácil posible, otra cosa es el de los fotógrafos. Los inconvenientes eran múltiples: el primero y más importante tratar de molestar lo mínimo; el montón de cachivaches que hay de por medio; que todos se mueven con rapidez; que éramos tres fotógrafos, y por fin lo más importante en fotografía: LA LUZ. Por unas ventanas orientadas al sol entraba una luz que creaba unos enormes contrastes. 

En primer lugar presento el reportaje en el que vemos el esquile de una oveja, los movimiento son rápidos y prácticamente pautados, de manera que esquile de un animal les dura unos dos minutos y hacen falta mucha práctica y fuerza.

He aplicado un filtro para revelado que le da un aspecto de fotografía antigua no sólo porque me parecía interesante sino porque al tener viñeteado  eliminaba parte de los superfluo.

La lana de estas ovejas es de baja calidad y no tiene valor económico, la recogen en sacos pisándola para presionarla .

Finalmente los esquemas en los que podíamos haber pensado antes de llegar hubo que olvidarlos y aliarse con las circunstancias, especialmente con los contrastes, de forma que intenté un tipo de fotografía inspirada en la pintura, concretamente en el TENEBRISMO BARROCO, lo que muestro en esta segunda parte.

Inspiración barroca (1)

La fuerza y destreza de estos esquiladores es admirable, el esquilado completo de cada oveja apenas duraba dos minutos.

Inspiración barroca (2)

Afortunadamente la luz que entraba por las ventanas iluminaba los brazos y manos de los esquiladores que eran los protagonistas del trabajo y en ellas me centré.

Inspiración barroca (3)

Inspiración barroca (4)

En este caso la luz incide de lleno sobre la piel blanca de la oveja y se refleja sobre los rostros de la misma oveja y del esquilador aportándoles una tenue iluminación que suaviza los contrastes.

Inspiración barroca (5).

Caravaggio, con quien se considera que la pintura entra en el periodo barroco y que elevó el claroscuro a su máxima expresión: el tenebrismo, elegía como modelos para sus pinturas de tema religioso a gente de la calle: pobres, vagabundos, prostitutas…, reproduciendo realísticamente sus defectos, la suciedad de sus pies y manos, de sus ropas..., lo que en algún caso supuso que quienes le habían encargado el trabajo se negaran a recibirlo por parecerles que el artista había tratado indecorosamente al personaje (santo, santa o virgen) que se trataba de representar.

Inspiración barroca (6)

Una imagen que me recuerda cuando de niño me llevaban a cortar el pelo, sólo mencionarlo me entraba pavor: los meneos de cabeza, los pellizcos con la maquinilla manual cuando se atascaba, … En fin, puede parecer un sufrimiento para los animales pero, en todo caso, es obligatorio quitarles una lana por higiene y por el tremendo calor que sufren en verano, la lástima es que hoy este tipo de lana no tiene valor económico alguno.